Módulo 1: Qué entendemos por incendio forestal en un alojamiento turístico
Introducción
¿Un incendio forestal solo ocurre “en el campo”? ¡No! En Rapa Nui, el fuego puede nacer en los alrededores de tu vecindario y en minutos saltar al pasto del entorno. En esta sección entenderás cómo se define el riesgo en la interfaz (donde conviven vegetación y construcciones) y por qué la continuidad de combustibles es el verdadero villano. ¿Qué ganas? Ver tu alojamiento con “lentes de riesgo”: detectarás puntos críticos que hoy pasan desapercibidos y empezarás a cerrarle puertas al fuego desde lo cotidiano.
Un incendio forestal es cualquier fuego que, sin importar su origen o tamaño, amenaza a las personas, sus bienes o el entorno natural y se propaga sin control a través de la vegetación, ya sea pasto, arbustos o árboles, en zonas donde conviven áreas naturales y construcciones humanas.
En Rapa Nui, muchos alojamientos se ubican en esa zona de interfaz urbano-turística, donde la vegetación toca los límites de cabañas, hostales o lodges. Eso incluye bordes de barrios, jardines con especies inflamables, taludes con pasto seco, quebradas y sectores donde la vegetación forma una franja continua alrededor o entre los alojamientos.
Un incendio puede empezar en el pasto y llegar a las casas, o al revés: una colilla mal apagada en una terraza o un macetero seco puede generar un foco que se propague hacia la vegetación cercana. Aunque parezca pequeño, si hay continuidad de combustibles, pasto, ramas, setos o cercos de madera, el fuego puede escalar rápidamente hasta techos, bodegas o árboles vecinos.
Por qué la ciudad de Hanga Roa tiene actualmente un mayor riesgo

Aunque no queremos esta realidad, lo cierto es que hoy la ciudad de Hanga Roa bajo cambio climático es más vulnerable que nunca a un incendio forestal masivo.
En Hanga Roa el riesgo de incendios ya no es una hipótesis lejana. El año 2025 ha sido el periodo en que autoridades y comunidad progresivamente han ido asimilando la preocupante realidad que se enfrenta: la combinación de sequía prolongada, olas de calor, y sobre todo vientos intensos (en especial los cálidos del norte) ha creado un escenario propicio para incendios forestales que pueden escalar muy rápido dentro del poblado, más rápido de lo que sería posible gestionar.
En Hanga Roa, este “cóctel” climático, sumado a una ciudad que crece hacia sectores con pastizales secos y vegetación invasora altamente inflamable, eleva la exposición de vecindarios completos y pone presión sobre rutas muy estrechas y saturadas, y sobre la limitada provisión de agua en ciertos sectores. Aun cuando muchos incendios empiezan pequeños, basta uno fuera de control para afectar a barrios enteros y golpear también al turismo local: seguridad de huéspedes y trabajadores, continuidad de servicios y la reputación del destino.
El llamado de atención es claro: un informe de CONAF Rapa Nui entregado a las autoridades a principios de 2025 advierte que un incendio masivo en la ciudad de Hanga Roa es posible si se alinean altas temperaturas, vientos fuertes y disponibilidad de combustible fino alrededor de viviendas y alojamientos. Vecindarios enteros se verían afectados, con enormes pérdidas materiales, pero peor aún con posibles víctimas fatales. Ni siquiera la evacuación de todas las personas está garantizada en las actuales condiciones de la ciudad.
Lahaina: una ciudad hermana con una dolorosa lección
La catástrofe de la ciudad polinésica de Lahaina, con características similares a las de Hanga Roa, representa un ejemplo dramático. El año 2023. Lahaina mostró cómo eventos climáticos extremos, pastizales invasores y pasar por alto las advertencias pueden convertir una ciudad histórica y turística convertida en cenizas: más de 100 muertos y unas 2.200 viviendas destruidas. Los ingentes recursos de las fuerzas de combate, incluyendo cientos de voluntarios, policías, brigadistas y personal del ejército, fue insuficiente para atajar el incendio, que devoró más de dos mil edificaciones y terminó con la vida de 102 personas. Ni los helicópteros sirvieron.
Para Hanga Roa, la lección es clara: no se puede depender de los servicios de respuesta ante los grandes desastres. Porque en una catástrofe mayor, todos los sistemas se ven sobrepasados.

El factor decisivo es humano. En la isla persiste el uso descontrolado del fuego (quemas de pastizales o desechos sin medidas básicas de seguridad), que nunca enfrenta sanciones pese a los costos y daños que genera. Año a año, brigadistas y bomberos voluntarios, con dotaciones y equipamiento limitados, deben responder a decenas de incendios en el campo, sobre todo. Si coincide un siniestro dentro del área urbana mientras los recursos están comprometidos lejos de Hanga Roa, la capacidad de control se puede ver sobrepasada y la evacuación se vuelve la única opción viable. Esto ha estado cerca de ocurrir últimamente y se teme que cada vez se haga más frecuente este escenario crítico.
Por eso, por todo el mundo, hoy la prevención y preparación familiar, vecinal y gremial es el pilar de la protección: capacitarse, reducir combustibles alrededor de los alojamientos, controlar las quemas, tener agua de reserva, alertas redundantes y evacuación ensayada.
¿Qué pueden hacer los alojamientos en este escenario?
En los alojamientos de Hanga Roa y también del campo la gestión del riesgo parte en lo cotidiano: retirar residuos y poda acumulada; no estacionar vehículos sobre pastizales secos; practicar la silvicultura preventiva; tener personal entrenado con regularidades; elaborar planes y protocolos; contar con señalética multilenguaje, entre otras medidas. Son acciones sencillas que, en el contexto local pueden marcar la diferencia una vez que se desate un incendio forestal masivo. Este manual y el programa Aloja Seguro están diseñados para llevarte a través de ese proceso de forma progresiva y completa.

Cómo se comporta el fuego en un incendio forestal
Todo incendio necesita tres cosas para existir: combustible, oxígeno y calor. Si falta uno de ellos, el fuego no prende o se apaga. En un alojamiento turístico, los combustibles no son solo la edificación e instalaciones menores, sino también los pastizales, arbustos y restos vegetales del entorno. El alojamiento puede tener bien controlado su riesgo interno, pero ahora debe preocuparse especialmente de su riesgo externo, aquél que vendrá de las inmediaciones de una interfaz vulnerable, como la de Hanga Roa.

El comportamiento del fuego depende del clima (viento, temperatura, humedad), del terreno (pendiente, quebradas) y de los materiales combustibles presentes en el entorno.
Estos factores determinan qué tan rápido se propaga y qué tan intenso puede llegar a ser.
Aunque no podemos cambiar el clima ni el relieve de Hanga Roa ni de Rapa Nui, sí podemos manejar los combustibles y reducir la vulnerabilidad: mantener el entorno limpio, cortar la continuidad de la vegetación y eliminar materiales que alimenten el fuego.
Por otro lado, en caso de incendio forestal, las primeras acciones deben ser seguras y coordinadas. El personal del alojamiento no debe intentar apagar fuegos de vegetación por su cuenta, salvo pequeños conatos con extintor. La prioridad siempre será dar aviso inmediato y activar los protocolos de evacuación.
Cómo llega el fuego a un alojamiento turístico
Aparte de posibles incendios originados en el mismo alojamiento y que también pueden convertirse en incendios forestales que se propaguen ampliamente, en los sectores de interfaz, el fuego de incendios forestales puede alcanzar los alojamientos de tres maneras principales:
- Por pavesas transportadas por el viento, que encienden materiales finos como hojas secas, cortinas o setos, por ejemplo.
- Por calor radiante o convectivo, que puede romper vidrios o prender materiales combustibles cercanos.
- Por contacto directo de las llamas, cuando el pasto, arbustos o cercos están pegados a las construcciones.

Más adelante se explicará con detalle las medidas constructivas y paisajísticas que ayudan a detener este tipo de propagación.
Prevenir y mitigar en los alojamientos turísticos
Prevenir un incendio forestal significa evitar que se inicie; pero, si llega a ocurrir, reducir al máximo sus impactos sobre las personas, el entorno y las instalaciones.
En un alojamiento turístico, esto se logra combinando protocolos, capacitación, mantenimiento y diseño del entorno.
Las acciones más importantes incluyen limpiar techos y canaletas, mantener la vegetación bajo control, establecer distancias seguras entre áreas verdes y edificios, y asegurar rutas de evacuación claras con señalética visible para todos los idiomas de los huéspedes.
Toda estrategia de prevención debe apoyarse en cinco pilares integrados en la operación diaria:

Cultura preventiva en un destino único
Rapa Nui tiene particularidades desafiantes: su valor natural y cultural es enorme y a la vez sumamente frágil.
Proteger a las personas y las instalaciones también significa cuidar su paisaje, su biodiversidad y su patrimonio.
Cada alojamiento que adopta buenas prácticas ayuda a que la isla sea un destino más seguro, responsable y sostenible.
La prevención es una tarea compartida entre los establecimientos, la comunidad y las autoridades locales.

El Fuego No Está «Lejos»
Riesgo de Incendio Forestal en Alojamientos de Rapa Nui
¿Qué es un Incendio de Interfaz?
No es un incendio «en el campo». Es cualquier fuego que se propaga sin control en la zona donde conviven la vegetación y las construcciones humanas. En Rapa Nui, muchos alojamientos se ubican precisamente en esta interfaz.
Vegetación
Pasto, arbustos, árboles
EL RIESGO
Construcciones
Cabañas, hostales, casas
El verdadero villano es la «Continuidad de Combustibles»: el puente (pasto seco, ramas, cercos) que usa el fuego para cruzar.
Alerta 2025: El «Cóctel» de Riesgo en Hanga Roa
El riesgo ya no es una hipótesis. El año 2025 ha consolidado una peligrosa combinación de factores que eleva la exposición de Hanga Roa a un incendio masivo, según advierte CONAF.
Este gráfico de radar muestra cómo múltiples factores están en niveles altos, creando un escenario de riesgo crítico y centralizado en la ciudad.
La Lección de Lahaina (Hawái, 2023)
Una ciudad polinésica hermana, con características similares a Hanga Roa, nos mostró el costo de ignorar las advertencias. Los servicios de respuesta fueron insuficientes.
La lección es clara: no se puede depender solo de la respuesta. La prevención es la única herramienta.
¿Cómo Llega el Fuego a su Alojamiento?
1. Pavesas
Chispas y cenizas transportadas por el viento. Encienden materiales finos como hojas secas en canaletas, cortinas o setos.
2. Calor Radiante
El calor intenso del fuego cercano (sin tocarlo) puede romper vidrios, derretir plásticos o prender materiales combustibles.
3. Llama Directa
Contacto directo de las llamas cuando el pasto, arbustos, cercos de madera o árboles están pegados a la construcción.
Sus 5 Pilares de Prevención
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1
Prevención de Conductas
Reglas claras (huéspedes y personal) sobre fumar, quemas y parrillas.
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2
Manejo del Paisaje
¡El más importante! Cortar, podar y limpiar para romper la continuidad del combustible.
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3
Detección Temprana
Monitorear alertas de clima y realizar rondas de vigilancia en días de alto peligro.
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4
Preparación del Equipo
Capacitaciones, simulacros y roles definidos para cada miembro del personal.
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5
Coordinación Externa
Accesos despejados para emergencias y comunicación rápida con bomberos.
Lista de Chequeo Rápido Diario
Un hábito simple antes de las horas de más calor o viento puede marcar la diferencia.
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¿Hay hojas o ramas acumuladas en techos o canaletas?
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¿El pasto (especialmente en bordes o estacionamientos) está seco o muy alto?
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¿Los setos o enredaderas están tocando muros, ventanas o aleros?
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¿Los cilindros de gas tienen un espacio despejado a su alrededor?
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¿Las vías de acceso y evacuación están libres de obstáculos?
Lo que viene
En la siguiente sección, “Alojamiento Fortalecido contra Incendios”, veremos cómo aplicar estándares constructivos y rutinas de mantención en techos, aleros, ductos, terrazas y bodegas.
Luego, en “Espacio de Autoprotección”, se detallará cómo manejar las zonas alrededor del edificio, desde la pared hasta los 60 metros, para cortar la continuidad del fuego y crear un entorno verdaderamente defendible.


